Tendemos a pensar que después de una catástrofe todo puede volver a la normalidad, pero los datos que hoy en día podemos extraer de cualquier fenómeno natural nos hacen ver que esto no es así, y que siempre hay consecuencias por insignificantes que parezcan a nuestros ojos.
Se llama efecto mariposa a la influencia insospechada que tiene cualquier fenómeno; se suele resumir con la frase:
"El aleteo de una mariposa puede producir un tsunami en el otro lado del Mundo."
Este efecto teórico ha dado pie para multitud de interpretaciones de la Historia de la Vida y de la Tierra. Así, si existe oxígeno en la atmósfera actual es porque accidentalmente una bacteria comenzó a realizar la fotosíntesis y eso ha favorecido el desarrollo de la vida porque la mayoría de seres vivos respiran oxígeno; si existe Vida en la Tierra es porque la Tierra se encuentra a la distancia exacta de la estrella exacta con la atmósfera exacta, lo cual es una posibilidad minúscula; etc. El efecto mariposa también ha permitido muchos gags irónicos en películas y series de la tele, en que se especula cómo cambiaría el futuro con nuestras acciones:
En terremotos como el sucedido recientemente en Chile el pasado 27 de febrero, de 8.8 grados en la escala Richter, también existe un efecto mariposa asociado. Con las posibilidades actuales de medir con gran exactitud la posición relativa de las ciudades, se ha comprobado que el terremoto movió la ciudad de Concepción más de 3 metros y la de Santiago de Chile unos 27 cm respecto de sus ubicaciones previas al terremoto. Por otro lado, el eje de la Tierra se desplazó 8 cm y el día se ha acortado 1.26 microsegundos (millonésimas de segundo). A pesar de ser cantidades relativamente pequeñas de espacio y tiempo, no me neguéis que es impresionante comprobar cómo el efecto de un terremoto, o cualquier otro fenómeno, trae consecuencias imprevisibles.
Un saludo,
Ramón.
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